Rehabilitación integral en la planta primera de un edificio de 1910 utilizado durante años como almacén y granero. Este edificio conserva gran parte de la estructura original de madera, con el tradicional forjado de viguetas y revoltones, bastante deteriorado y con flechas importantes.
El resultado de este proyecto surge de unas premisas muy concretas; la necesidad de un espacio semipúblico donde impartir clases particulares, la importancia para los usuarios de volcar los espacios de la vivienda al patio interior y la de crear una nueva entrada de luz.
Por otro lado, el reto para los arquitectos es el de conservar la estructura original y la necesidad de reforzar y recuperar el forjado existente, al constituir el techo de la vivienda de la planta inferior.